El Programa Operación Milagro ha devuelto la vista a más de dos mil nicaragüenses pobres. Sentada en una sala, acompañada por personas de la tercera edad, Martha Rosa Peña espera pacientemente su turno. Está a pocos minutos de someterse a una cirugía de la vista y no deja de sentir cierto temor. Piensa en sus hijos, cierra los ojos y reza una plegaria en silencio.
Al poco tiempo escucha su nombre. Es la siguiente. Una enfermera la guía hasta la sala de operación.
Los minutos fueron eternos para Martha Rosa, pero la operación no duró ni veinte minutos. El doctor cubano Víctor Manuel Cabrera le extirpó con éxito la catarata del ojo derecho.
Tras la intervención, Peña es acompañada por una enfermera hasta el cuarto donde se encuentra su ropa, para cambiarse la vestimenta que se usa durante las intervenciones quirúrgicas.
Luego es enviada a una sala, donde esperará al resto de personas, que como ella, viven en Granada. Debido a que fue sometida a una cirugía ambulatoria, puede irse a su casa. No necesita ser ingresada.
La enfermera le programa una cita para controlar el proceso de recuperación y le recuerda una vez más: “No se frote el ojo”.
Martha Rosa Peña es una humilde ama de casa. Desde hace casi tres años empezó a tener problemas en la vista. Una catarata, que con el pasar del tiempo crecía, le obstruía la visión en el ojo derecho.
El milagro
Su esposo, que se dedica a las labores del campo, es sobre quien radica la manutención de sus tres hijos, por lo que no puede costearle una operación en una clínica privada, que ronda cerca de los dos mil dólares. Marta Rosa ya estaba resignada a perder su ojo derecho, pero sucedió el milagro.
"Estoy muy agradecida con el gobierno, porque de otra manera nunca hubiera podido operarme", aseguró emocionada.
A mediados de marzo se enteró del programa “Operación Milagro”, un plan sanitario impulsado en forma conjunta y gratuita por los gobiernos de Cuba y Venezuela y que brinda solución a determinadas patologías oculares de la población. Esto es parte de los proyectos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
Peña y un grupo de personas de su barrio se hicieron el chequeo. Los médicos cubanos que la atendieron le aseguraron que su padecimiento podía tratarse.
Por medio de la Alcaldía de Granada, quien garantizó su transporte, fue trasladada hacia el Centro Oftalmológico en Ciudad Sandino.
Más de dos mil cincuenta nicaragüenses, de todos los rincones del país, han sido beneficiados por este programa, asegura la doctora Mercedes Argote Campillo, directora de ese centro asistencial.
Más de un millón de beneficiados
En diciembre de 2007, Cuba celebró la llegada al millón de pacientes de América Latina, el Caribe, Asia y África que han recuperado o mejorado la visión gracias a la "Operación Milagro", un hecho único en la historia de la humanidad, gracias a la colaboración de los gobiernos de Cuba y Venezuela.
La primera operación en nuestro país se realizó el primero de mayo de 2007.
El plan pretende brindar en diez años atención quirúrgica a unos seis millones de personas afectadas por problemas oftalmológicos. Inició en Venezuela y se aplica en 31 países de América Latina, el Caribe, Asia y África.
Cataratas, pterigio y glaucoma, son los padecimientos que la brigada de 28 médicos y enfermeras cubanas atienden a las personas de escasos recursos.
Según la doctora Argote Campillo, la brigada visita los centros de salud del país para examinar a las personas con padecimientos en la vista y determinar si ameritan o no ser operados.
Dos nuevos centros oftalmológicos
Este trabajo es coordinado con los Silais, las alcaldías municipales y los líderes comunitarios. “Todas las cirugías son ambulatorias. Cuando los pacientes son de muy lejos, tenemos una pequeña sala donde alojarlos, para realizarles al día siguiente la consulta”, indicó la doctora.
Más de doscientas personas reciben consulta diariamente en el Centro Oftalmológico, de los cuales un promedio de 90 son operados al día. La atención al público es de lunes a sábado
Los departamentos más beneficiados por este programa son Managua, Masaya, Chinandega, Estelí y Matagalpa.
Campillo anunció que para el próximo año funcionarán dos nuevos centros oftalmológicos, ambos en las regiones autónomas del Caribe nicaragüense, uno en Bilwi y el otro en Bluefields.
Nunca se pregunta al paciente su opción política o credo religioso.
“Eso no nos importa, atendemos a todos porque somos embajadores de la salud”, afirmó.
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